Hace muchos años llegó un momento en el cuál el ser humano tuvo la necesidad de calcular las operaciones matemáticas básicas de un modo rápido y efectivo. Primero se inventó el ábaco, y después la calculadora. Estos han sido elementos fundamentales para el desarrollo de la humanidad.
En 1624 se inventó el primer ingenio mecánico para contar: la máquina aritmética del profesor Wilhelm Schickard de la universidad alemana de Heidelberg, conocida como “reloj calculador” capaz de realizar las operaciones aritméticas básicas. El reloj calculador podía realizar, a través de métodos totalmente mecánicos, las cuatro operaciones aritméticas elementales: sumar, restar, multiplicar y dividir. El reloj calculador no tuvo influencia en el desarrollo de las posteriores calculadoras máquinas, puesto que el invento permaneció desconocido por el resto del mundo.

Pero la primera calculadora se creó en 1642. Su inventor fue Blaise Pascal, cuyo padre era contable. Con tan solo 19 años, creó la máquina de calcular para liberar a su progenitor del aburrido trabajo de sumar una y otra vez columnas de números.Para ello, utilizó una serie de ruedas dentadas integradas en un sistema mecánico, logrando así sumas de hasta ocho columnas de cifras. Asimismo, también podía realizar restas.Las multiplicaciones podían realizarse mediante un número enorme de sumas, lo que convertía esta operación en algo terriblemente aburrido, tedioso y pesado. En 1645 fue bautizada con el nombre de pascalina.

La pascalina fue perfeccionada en 1694 por el alemán Gottfried W. Leibnitz. Podía sumar y restar como la de Pascal, pero ahora además era capaz de multiplicar y dividir. Con una novedad importantísima añadida: extraía raíces cuadradas.
Leibnitz llevó a cabo una segunda máquina calculadora en 1706 que llamó “calculador escalonado”, que consistía en un cilindro de nueve dientes cortados paralelamente al eje por el que se adelantaban sucesivamente: el diente calculador podía moverse sobre el cilindro.
La primera calculadora efectiva fue creada en 1939 por el matemático norteamericano George R. Stibitz: la Model 1 Relay Computer. Stibitz se valió de relés telefónicos que funcionaban usando sólo las cifras 1 y 0.Esta calculadora la montó en una caja de tabaco, donde introdujo algunos relés telefónicos usados y unas lámparas; todo quedó montado en un fin de semana: había nacido la calculadora binaria.

Posteriormente aparecería, gracias a los circuitos integrados y microchips la calculadora digital. Con una capacidad de cálculo sorprendente, las calculadoras científicas son capaces de realizar cálculos complejos de trigonometría, logaritmos, funciones, probabilidades, porcentajes, números complejos, realizar gráficas, etc.


LA CALCULADORA CIENTÍFICA
Estos son los modelos mas complejos y nos permiten calcular funciones trigonométricas, estadísticas, y de otros tipos. Se usa la notación científica para mostrar números por hasta un límite dispuesto por el diseñador del modelo, como 9,999999999 × 1099. Si se introduce un número mayor o una expresión matemática que lo arroje (como un factorial), entonces la calculadora puede limitarse a mostrar un «error». Porque solo puede mostrar 99 dígitos, o sea, una cifra de 10.000 hexadecallones.
SUS PARTES EXTERNAS
- Línea del resultado
- Teclas de desplazamiento del cursor
- Línea de datos introducidos
- Operaciones específicas
- Conversión de grados sexagesimales a decimales y viceversa
- Funciones inversas
- Función seno y su inversa
- Función tangente y su inversa
- Función coseno y su inversa
- Elección del modo

PARTES INTERNAS
- Pantalla led
- Circuito impreso
OPERACIONES BÁSICAS
Esta calculadora nos permite guardar o restaurar los cambios ya efectuados. Guardar tus resultados y luego recuperarlos es una habilidad esencial para tratar con problemas largos. Existen varias formas de usar la información guardada.